Herr Benjamenta

De la estupenda novela de Robert Walser, Jakob Von Gunten, dos carátulas me llaman la atención. La primera, más imaginativa -quizás de manera exagerada- es la que propone The New York Review of Books (NYRB). Plasmada a manera de caricatura, la portada se centra en el espacio general de la novela: una sombría aula de clases del también fantasmal Instituto Benjamenta, lugar en el que el alumno Jakob, junto a otros más como el entrañable y cegado Kraus, son adiestrados en el sutil arte de "servir" con complacencia a futuros amos, no a aprender aburridos conocimientos de Historia o Literatura, sino a comprender que de la aceptación final de la mansedumbre, la docilidad y la resignación frente a la vida se hallará el dominio de uno mismo. Visto de otra forma, la currícula del Instituto Benjamenta, podría parecer una estafa -de hecho, Jakob sospecha al respecto apenas llega, pero luego comprende que allí hay "algo más" que enseñanza- y de allí creo, se desprende la propuesta de esta carátula gringa. Me imagino a los de NYRB espantados por la ausencia de "narratividad" de la novela y buscando desesperados, sacudiendo el libro a ver si cae algo de entre las páginas, alguna escena mínimamente fílmica. En todo caso, y a pesar de que existen algunas buenas carátulas gringas de libros poco "amables", parece que esta, hecha a modo de caricatura, busca mostrar el espacio de la novela de una manera esquemática y represiva: resalta la característica aparentemente "plana" de la ausencia de dinamicidad de la novela y la muestra como si fuera un lugar hecho de nada -quizás aquí sí haya un acierto-, pero es una lectura un poco primaria; me recuerda a una especie de pesadilla freak, una visión retorcida, pero sin el genio de Pink Floyd en el video de Another brick in the Wall -evidentemente, la carátula de esta edición responde a esa misma sensación de opresión y fantasmagoría. Pero sí detesto esta carátula por un motivo: la figura de ese profesor chillón que sale a un lado y que no podría estra máslejos de la imagen del grandioso personaje que evoca: Herr Benjamenta, quien gobierna el instituto junto a su hermana, y quien guía a todos los descarriados alumnos por la senda de la inutilidad y el vacío intelectual, para señalarles otro: el de la cabeza gacha para que la vida,altiva, pase sin ofenderse.

Por eso prefiero la carátula de la edición de Siruela: sobría, pero sin duda puede saberse quién es aquel hombre que, con las manos en la espalda, sostiene el camino de todos. Pequeño dios: Herr Benjamenta. (Page)



Carátula de la editorial Siruela

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