Carolina López, la viuda de Roberto Bolaño, se retorció en su sala al abrir el paquete que le enviaba Seix Barral donde aparecía la portada de una reedición del libro La literatura nazi en América de su esposo. Resulta que la sobria portada anterior había sido cambiada por una carátula en la que Hitler aparece en cuatro escenas, una breve secuencia de uno de sus espasmódicos discursos. La viuda dice que Bolaño jamás hubiera permitido esa atrocidad y exige retirar el libro, además de lamentar que no se le haya consultado ni a ella ni al agente del autor fallecido. El editor de Seix Barral, Adolfo García Ortega, dice: " estos temas son potestad de la editorial y no tenemos por qué consultar con la agencia del escritor”. Además, lamenta “que no le haya gustado, pero estos temas de las portadas son muy subjetivos”. Lo cierto es que Carolina López tiene razón cuando desestima el argumento de la editorial -que defiende su carátula argumentando que tiene intención paródica- con una frase contundente: "Sólo puedo entender semejante disfunción y muestra de mal gusto si lo relaciono con un diseñador que no ha leído la novela y que tampoco tiene ninguna referencia del autor. No quiero relacionar el hecho con directrices de ventas o con falta de atención al libro por tu parte”. He leído el libro y estoy de acuerdo con Carolina López. Más allá de si a Bolaño le hubiera o no gustado esa carátula, lo cierto es que ésta no tiene absolutamente nada que ver con el libro y es síntoma, además, de una estrechez mental y falta de capacidad para conceptuar, por lo que relaciona inmediatamente a los nazis con Hitler, dejando de lado cualquier sutileza, cualquier opción creativa. Lástima de carátula.
TYSON
Carátula polémica
8/25/2005 | Publicadas por neverlandiano a la/s 1:30 p. m.
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3 comentarios:
Completamente de acuerdo, esta carátula no tiene nada que ver con el libro.
Un poco prepotentes los de la editorial ¿no?
Enhorabuena por el blog.
También tengo que mostrarme de acuerdo. La estupidez de la editorial, además de su oportunismo, no tiene nombre.
Tal vez hubiese sido más adecuado el avión del destino que aparece en El garaje hermético de Jerry Cornelius, de Moebius... con más tiempo buscaría la imagen.
Un saludo
Extraordinaria denuncia, sí señor. Hay ciertos diseñadores que merecerían el desprecio perpetuo: la suma de la ignorancia y la incompetencia produce carátulas como ésta.
Saludos.
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